En un mundo cada vez más acelerado y dominado por la tecnología, encontrar actividades que promuevan la relajación y el bienestar mental es esencial. Entre estas actividades, el tejer ha emergido como una práctica que no solo produce hermosas prendas y objetos decorativos, sino que también ofrece significativos beneficios para la salud mental. Este artículo explora cómo el tejer puede ser una herramienta poderosa de entrenamiento cerebral, contribuyendo al bienestar mental y cognitivo de las personas. Vamos a descubrir porqué tejer es como ir al gimnasio para tu cerebro.
¿Qué es el Neurofitness® de Catalina Hoffman?
Catalina Hoffman, reconocida experta en el campo del envejecimiento y la estimulación cognitiva, ha desarrollado un innovador concepto llamado Neurofitness®. Esta metodología se centra en el cuidado integral del cerebro a través de ejercicios y hábitos diseñados para mantener y mejorar las funciones cognitivas a lo largo de la vida. A continuación, se presenta una descripción detallada de Neurofitness®, sus fundamentos y cómo puede beneficiar a las personas de todas las edades.
El Neurofitness® se refiere a las prácticas y actividades que promueven la salud y el funcionamiento óptimo del cerebro. Involucra ejercicios y hábitos que estimulan la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para reorganizarse formando nuevas conexiones neuronales a lo largo de la vida. Actividades como la meditación, el ejercicio físico, el aprendizaje de nuevas habilidades y la participación en tareas cognitivamente desafiantes son componentes clave del Neurofitness®.
Tejer: Más que una Actividad Manual
Tejer es una actividad manual que requiere concentración, coordinación mano-ojo, y un ritmo constante. A primera vista, puede parecer una simple labor artesanal, pero sus beneficios van mucho más allá de la creación de prendas de lana o algodón. A continuación, se detallan algunos de los efectos positivos que tejer tiene en el cerebro y el bienestar general.
1. Reducción del Estrés y la Ansiedad
Aunque el principal enfoque de la estimulación cognitiva es el ejercicio mental, y tejer así lo hace, también la reducción del estrés también juega un papel importante. Tejer puede inducir un estado de relajación similar al de la meditación, pero para ello hay que elegir patrones relajados, repetitivos, de los de «no pensar». Estudios han demostrado que actividades repetitivas pueden inducir un estado de «flow», una forma de concentración profunda que reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Tejer permite a las personas desconectar de las preocupaciones diarias y centrarse en el momento presente, lo cual es esencial para la reducción de la ansiedad. Entonces se reducen los niveles de cortisol y se promueve un estado mental calmado.
Un cerebro menos estresado es más eficiente en el procesamiento de información y en la ejecución de tareas cognitivas.
2. Estimulación Cognitiva
Tejer implica seguir patrones, contar puntos y planificar los próximos pasos, lo que estimula diversas áreas del cerebro relacionadas con la memoria, la planificación y la resolución de problemas. Esta estimulación constante puede ayudar a mantener la mente ágil y prevenir el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento.
- Seguir un patrón de tejido implica recordar una secuencia de pasos y repetirlos correctamente. Esta actividad desafía la memoria de trabajo, que es crucial para retener y manipular información a corto plazo. Además, mantener la concentración en la tarea durante períodos prolongados de tiempo mejora la capacidad de atención y la concentración sostenida.
- También tejer implica resolución de problemas, pues tejer no siempre sigue un camino recto. A menudo, se encuentran errores que deben corregirse o ajustes que deben hacerse en los patrones. Resolver estos problemas requiere habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas. Cada vez que una persona tejedora encuentra y corrige un error, están ejercitando la parte del cerebro que maneja el análisis y la resolución de problemas.
- Los patrones de tejido, especialmente los complejos, requieren que la persona siga secuencias específicas de pasos. Esto fortalece las habilidades de planificación y organización, ya que se deben seguir instrucciones detalladas y mantener un seguimiento de los puntos y las filas. Este proceso involucra tanto la memoria a corto plazo como la capacidad de seguir instrucciones complejas.
- El contacto constante con diferentes texturas y materiales durante el tejido proporciona una estimulación sensorial continua. Esta experiencia táctil enriquece las conexiones neuronales relacionadas con el procesamiento sensorial, lo que puede tener efectos positivos en la percepción y la interpretación sensorial del cerebro.
3. Tejer Mejora de la Coordinación y la Motricidad Fina
El movimiento preciso y coordinado de las manos es crucial en el proceso de tejer. Esto no solo mejora la destreza manual, sino que también fortalece las conexiones neuronales relacionadas con la coordinación motora fina. Para personas mayores, tejer puede ser una excelente manera de mantener la motricidad fina activa y prevenir la pérdida de habilidades motoras.
El proceso de tejer involucra una serie de movimientos complejos y precisos que requieren una estrecha coordinación entre la vista y las manos. Este constante ejercicio de la coordinación mano-ojo y la motricidad fina tiene profundos efectos en la estimulación y el fortalecimiento de las conexiones neuronales.
Coordinación Mano-Ojo
La coordinación mano-ojo es la capacidad del cerebro para procesar lo que ve y dirigir la mano para ejecutar una tarea precisa basada en esa información visual. Esta habilidad es esencial en muchas actividades diarias, como escribir, dibujar, y por supuesto, tejer.
Cómo Tejer la Mejora:
- Seguimiento Visual y Movimiento Preciso: Mientras tejen, las personas deben seguir el movimiento de las agujas y el hilo con sus ojos y ajustar sus manos en consecuencia. Este seguimiento constante y la ejecución de movimientos precisos fortalecen la comunicación entre las áreas del cerebro responsables de la visión y las responsables del movimiento.
- Adaptación a Cambios Rápidos: Tejer a menudo requiere cambios rápidos en la dirección y la tensión del hilo. Adaptarse a estos cambios mejora la rapidez y la precisión de la coordinación mano-ojo.
Motricidad Fina
La motricidad fina se refiere a la capacidad de realizar movimientos pequeños y precisos con las manos y los dedos. Esta habilidad es crucial para tareas detalladas y minuciosas.
Cómo Tejer la Mejora:
- Movimientos Detallados y Repetitivos: Tejer implica una serie de movimientos detallados y repetitivos, como insertar la aguja en el lugar correcto, envolver el hilo y tirar de la aguja para formar un punto. Estos movimientos requieren una gran precisión y control, fortaleciendo los músculos pequeños y mejorando la destreza manual.
- Desarrollo de Fuerza y Control: Manipular agujas y hilos de diferentes grosores y tensiones desarrolla tanto la fuerza como el control en los dedos y las manos. Esta mejora en la fuerza y el control es beneficiosa no solo para tejer, sino también para otras actividades que requieren habilidades motoras finas.
Conclusión
En un mundo acelerado y dominado por la tecnología, actividades como el tejer no solo ofrecen una vía para la creatividad y la producción de hermosas prendas, sino que también proporcionan significativos beneficios para la salud mental y cognitiva. Tejer es más que una simple labor artesanal; es una herramienta poderosa de entrenamiento cerebral que puede reducir el estrés y la ansiedad, estimular diversas áreas del cerebro y mejorar la coordinación motora fina.
La metodología del Neurofitness®, desarrollada por Catalina Hoffman, comparte muchos principios con los beneficios del tejido, ya que ambos se enfocan en mantener y mejorar las funciones cognitivas a través de prácticas que fomentan la neuroplasticidad. Al seguir patrones, contar puntos y planificar los próximos pasos, tejer involucra y ejercita la memoria, la atención y la resolución de problemas, manteniendo la mente ágil y previniendo el deterioro cognitivo.
Además, el movimiento preciso y coordinado de las manos necesario para tejer fortalece las conexiones neuronales relacionadas con la motricidad fina y la coordinación mano-ojo, habilidades esenciales para la realización de muchas actividades diarias. Por todo esto, tejer no solo es una actividad creativa y relajante, sino también una práctica integral que promueve la salud cerebral y el bienestar general.