Cómo Cuidar la Lana: Consejos Prácticos para Lavar y Secar Prendas de Lana

La lana es un tejido natural, cálido y duradero, perfecto para mantenernos abrigados en los días fríos. Sin embargo, para que tus prendas de lana luzcan como nuevas temporada tras temporada, es esencial darles un cuidado especial. En este artículo, te comparto los mejores consejos para lavar y secar la lana sin dañarla, asegurando su suavidad y forma original.

¿Por qué la lana necesita cuidados especiales?

La lana es una fibra natural con propiedades únicas, como su elasticidad y enorme capacidad de retener el calor. Sin embargo, también es delicada y puede encogerse o deformarse si no se cuida bien. Por eso, aprender a lavarla correctamente no solo prolongará su vida útil, sino que también te permitirá disfrutar de su textura y confort durante más tiempo.

Consejos para lavar prendas de lana

1. Lava tu prenda de lana lo menos posible

Sí, como lo lees. La lana tiene el superpoder de que necesita lavarse muy poco, porque coge pocos olores. Muchas veces con airear la prenda es más que suficiente.

2. Antes de lavar, lee siempre la etiqueta con las recomendaciones de cuidado

Antes de lavar cualquier prenda de lana, revisa las instrucciones de cuidado en la etiqueta. Algunas prendas están etiquetadas como “solo lavado en seco”, mientras que otras se pueden lavar a mano o incluso en la lavadora, siempre que se use un ciclo delicado.

2. Lava a mano para mayor seguridad

  • Usa agua tibia (nunca caliente) para evitar el encogimiento.
  • Disuelve previamente un detergente neutro o específico para lana en el agua.
  • Sumerge la prenda con cuidado y evita frotar o estirar las fibras.
  • Enjuaga con agua a la misma temperatura para evitar choques térmicos que puedan dañar la lana.

3. Si usas la lavadora, toma precauciones

  • Mete la prenda de lana en una bolsa de lavado.
  • Utiliza un programa especial para lana o prendas delicadas.
  • Asegúrate de usar un detergente adecuado.
  • Selecciona un ciclo con agua fría y evita el centrifugado fuerte.

Secado: El paso más importante

1. No retuerzas la prenda

Después de lavarla, no exprimas ni retuerzas la lana. Esto puede deformar la prenda. En su lugar, presiona suavemente para eliminar el exceso de agua.

2. Usa una toalla para absorber la humedad sobrante

Extiende una toalla limpia, coloca la prenda de lana encima y ahora coloca otra toalla encima. Ve apretando suavemente para ir absorbiendo con las dos toallas la mayor cantidad de agua posible.

3. El secado siempre en horizontal

La lana debe secarse de manera plana sobre una superficie limpia y horizontal. Esto evita que la gravedad estire las fibras y deforme la prenda. Asegúrate de darle forma mientras está húmeda, o incluso vuelve a bloquear, para que recupere su tamaño y silueta original.

4. Nunca uses la secadora

El calor excesivo y el movimiento de la secadora pueden encoger y estropear las prendas de lana.

Consejos adicionales para cuidar la lana

Si encuentras bolitas o «pilling», utiliza una máquina quita-pelusas para mantener la prenda como nueva. Es muy normal, sobre todo al principio que aparezcan estas bolitas. Son los pelitos que quedan sueltos durante el hilado, que irán saliendo, y eso no quiere decir que la lana sea de mala calidad.

Guarda tus prendas dobladas, no colgadas, para evitar que se deformen.

Rocía con un perfume antipolillas antes de guardar la prenda en bolsas de tela o cajas de almacenamiento.

¡Todo listo para disfrutar de tus prendas de lana, tanto tejidas a mano como compradas!

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